Sólo instalados en el
descubrimiento y el desarrollo de aquello que verdaderamente somos, podemos
hallarnos en el mundo. Pero ¿dónde hallar la vocación? A cada paso nuestras
circunstancias internas y externas nos hablan de ella, la vida misma nos invita
a comprometernos con ese llamado que no claudica con el tiempo.
Trabajar
por vocación: unas personas se sienten realizadas y felices con su trabajo;
muchas otras no están a gusto con la profesión que ejercen.Trabajar por
vocación alude a la vocación de aquellos en los que la profesión ó dedicación principal al
trabajo coincide con las aptitudes, disposiciones y gustos personales.
Rasgos de las
personas que trabajan por vocación:
a)
Adaptación; hay un ajuste entre aptitudes e inclinación con
la dedicación al trabajo.
b)
Satisfacción; trabajar así produce satisfacción, son personas
que contagian felicidad, dan la impresión de que todo les es fácil y natural.
c)
Rendimiento; éste será mayor que cuando se trabaja sin gusto,
ni cualidades, ó forzado, desganado.
d)
Personalización; personas se encuentran comprometidas con su trabajo, y esto les
ayuda en su creatividad y desarrollo personal.
e)
Superación; no contentos con lo conseguido, intentan hacer las
cosas cada vez mejor.
Significación
cristiana sobre nuestro trabajo
a)
Existe para cada persona una misión que cumplir, una
vocación ó una llamada por parte de Dios. Esta afirmación se encuentra
repetidas veces en el Concilio Vat. II.
"La Iglesia
sabe perfectamente que su mensaje está de acuerdo con los deseos más profundos
del corazón humano cuando reivindica la dignidad de la vocación de la persona, devolviendo
la esperanza a quienes desesperan ya de sus destinos más altos”. (I.M. 21)
b)
Esta vocación nos viene de Dios (Ef. 1,3-5).
c)
Esta llamada que es la vocación humana es para todos los
hombres, sin distinción de razas, religión, cultura, etc.
La igualdad fundamental entre todos los hombres
exige un reconocimiento cada vez mayor. Porque todos ellos, dotados de alma
racional y creados a imagen de Dios, tienen la misma naturaleza y el mismo
origen. Y porque redimidos por Cristo disfrutan de la misma vocación y de
idéntico destino”. I.M. 29)
d) La vocación humana en general se concreta en
cada persona en una vocación particular y personal. (Rom. 12,4-8 1ª Cor. 12, 4s. y 27-31).
En el
ejercicio de la profesión encuentra el ser humano el cauce ordinario para su
realización personal.
Este
ejercicio será:
Consciente
Crítico
Libre
Creador
“Los trabajadores deben tener la posibilidad de
desarrollar sus cualidades y su personalidad en el trabajo mismo” (I.M. 67).
a)
En la concepción
cristiana, la profesión es un servicio a favor de los demás.
“El ser
humano no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera y
desinteresada de si mismo a los demás” (I.M. 24).
“La razón
más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la misión
con Dios” (I.M. 19).
Actitudes vocacionales en el ejercicio de la
profesión
- Responsable: (consciente de la tarea y de sus deberes)
- Creativo: (aportando todo su potencial)
- Resiliente: (capaz de proyectarse al futuro sobreponiéndose a situaciones adversas)
- Competente: (aplicación de conocimientos)
- Laborioso: (activo, dinámico)
- Dialogante (buenas relaciones humanas)
- Participativo (apto para trabajar en grupo)
- Honesto: (veraz, honradez)
- Servicial: (orientándose al bien común)
- Comprometido: (relacionándose activamente con sus dimensiones de sentido: con lo sagrado, consigo mismo, con los otros, con el mundo)