22.6.08

HUELLAS


Cuenta una historia que una noche un hombre soñó que caminaba a lo largo de una playa acompañado por Dios. Durante la caminata, muchas escenas de su vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo. Según iba pasando cada una de esas escenas, notaba que unas huellas se formaban en la arena.

A veces aparecían dos pares de huellas, en otras solamente aparecían un par de ellas.

Esto lo preocupó grandemente porque pudo notar que, durante las escenas que reflejaban etapas tristes de su vida, cuando se hallaban sufriendo de angustias, penas o derrotas, solamente podía ver un par de huellas en la arena.

Entonces, le dijo a Dios: “Señor, tú me prometiste que si te seguía caminarías siempre a mi lado. Sin embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida sólo había un par de huellas en la arena. ¿Por qué cuando más te necesité no estuviste caminando a mi lado?”.

El Señor le respondió: “Las veces que has visto sólo un par de huellas en la arena, hijo mío, ha sido cuando te he llevado en mis brazos”.