22.6.08

CARTA DE JESÚS A SUS AMIGOS


Hola, como bien sabés, yo pedía muy pocas cosas en mi vida. No me interesaba poseer muchas cosas. Me interesaban las personas. Me interesaba, sobre todo, la amistad. No me cansaba de pedir amigos, amigos con los cuales estar en camino, que además anduvieran conmigo, que llegado el momento continuaran la tarea.

Hoy tampoco quiero pedirte cosas. Ni que dejes tu familia ni los estudios. Mi llamado es para todos y está al alcance de todos.

Mirá, tengo unas ganas locas de seguir “haciendo el bien”, porque veo a tanta gente triste y que lo necesita. En fin, no voy a repetir acá lo que vos ya sabés tan bien. Lo que sí quiero decirte es que esa gente esté triste no es parte del proyecto de mi Padre.

Lo que te pido, a vos y a otros, es que me presten sus manos para que con ellos yo pueda seguir curando, bendiciendo y acariciando. Les pido que me presten sus pies para que pueda acudir a la llamada de tantas personas desamparadas y para correr a ayudar a los que no encuentran la alegría y la felicidad. Les pido sus labios para besar a tantos niños y niñas que no tienen amor. Les pido su voz para seguir dando buena noticias a los pobres y denunciar a los que se oponen al Reino. Les pido sus ojos para mirar con ternura y cariño a toda la gente. Les pido sus rostros para sonreír a cada uno, para sonreír a pesar de todo. Les pido, en fin, el corazón para que yo pueda seguir amando a mi manera.

Si me los prestás, no hace falta que te desprendas de ellos. Es muy sencillo, utilizalos vos como si fueran míos, hacé con ellos lo que yo quiero hacer. Yo ya lo prometí e infundiré en vos mi Espíritu, para actuar a través tuyo. Te enseñaré el modo, te daré la fuerza y la capacidad. Yo estaré siempre con vos.

Te lo pido por el amor de mi Padre, de tu Padre tierno, por todos tus hermanos. Espero de una respuesta a estas líneas y me despido de vos con todo el amor de que soy capaz.

JESÚS